Los anhelos de mi corazón, los anhelos de Dios...




Todo se trata de Jesús y su sacrificio, nada se trata de nosotros... Dios pone grandes deseos en nuestros corazones para así glorificar al Señor... Los deseos de Dios se diferencian de los deseos mundanos, ya que estos se sumergen dentro de la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta...

Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. Romanos 12:2

 He aquí mis deseos más fervientes...

Deseo experimentar el amor de cristo.

Expresar lo que soy: Deseo expresar lo que soy en cristodeseo experimentar el cristo en mí, para que así los demás puedan experimentar el cristo en ellos. Deseo compartir mi camino con la mayor gente que pueda.

Deseo fervientemente vivir de lo indispensable: Deseo vivir de lo necesario, solo de lo esencial...

Deseo nutrir el cuerpo de la mejor manera.

Deseo fervientemente la prosperidad.

Padre, se que por mis fuerzas nada es posible, todo se haga de acuerdo a tu voluntad...

También puedes ver:

El camino de la oración...


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