Algo cambió en mí desde que condené al pecado... ¿Por qué debemos condenar el pecado?...


En estos últimos meses he meditado mucho, y muchas cosas ha hablado Dios a mi corazón. Debido a meditaciones constantes mis pensamientos han cambiado, la convicción de que solo existe un único Dios a penetrado más en mi corazón. 

Definitivamente algo cambio en mí y me gustaría poderles expresar en palabras esto que he comenzado a experimentar. 

En los últimos meses había estado pasando por momentos fuertes de aflicción. Un día estaba tan deprimida que le suplique a Dios que por favor no me permitiera seguir viviendo más en la oscuridad, que no me permitiera seguir viviendo más en el pecado. Pues, Dios me escuchó... ese mismo instante Dios me dio la certeza de que estaba sumergida en la oscuridad porque simplemente lo rechazaba a él y deseaba más los placeres del mundo; por lo mismo estaba condenada al pecado. Cuando me di cuenta de esto, lo primero que se me vino a la mente fue Jesús: Pues, ¡Jesús ya venció al mundo! me dije... Sentí en ese momento que con Jesús yo también había vencido al mundo. Esto cambio todo para mí... Pues, inmediatamente comencé a leer la biblia y ya todo fue claro para mí... Jesús me dio la plena convicción sobre el pecado, donde tener dicha convicción es sentir repugnancia total del pecado. Comencé a reconocer que Dios lo es todo, comencé a reconocer su belleza, su pureza y su santidad, comencé a reconocer su amor y lo que hizo Jesús en la cruz por mí. 

Pues, tuve algo muy claro; si no tenemos la plena convicción sobre el pecado, es muy difícil poder salir de la oscuridad en que vivimos, es muy difícil poder reencontrarnos con el verdadero y único amor que es Jesús... 

Desde que comencé a escribir en el blog los temas más recurrentes eran sobre la aceptación; y de aceptación me refiero a aceptar todo de nosotros, tanto lo bueno como lo malo, nuestros sentimientos y pensamientos, nuestros sufrimientos. Lo que no me había dado cuenta, es que todo es aflicción sobre la tierra, ni en nuestros pensamientos y sentimientos podemos confiar. Todo forma parte de la muerte y el pecado. Pues, llegué a escribir temas (las cuales he borrado para no confundir al lector) como: la aceptación de la homosexualidad Ser quienes realmente somos, la aceptación de mi propio ser El rechazo a mi yo, temas totalmente anticristianos, ya que estos tipos de temas rechazan la idea de un Cristo resucitado que nos dio redención y vida nueva.   

Pues, no me culpo, estaba sumergida en el pecado y por esto estas ideas tan confusas en mi cabeza. Tenía la creencia que aceptando y permitiendo todo lo que somos, es decir permitiendo y aceptando el pecado en mí y en los demás, ya estaba a las puertas del amor de Dios. Y aunque si, todo esto puede tener relación, ya que habiendo una comprensión de lo que somos, se abre una pequeña brecha para comprender lo que es Dios, para comprender ese amor; pues esto viene siendo parte del camino, pero no es lo que nos hará permanecer en la verdad de Dios, no es el fin último. La verdad es que cuando aceptamos el pecado como algo natural y lo consideramos como la realidad de nuestro ser, este permanece en nuestras vidas causándonos condenación. Todos somos lo mismo, muerte y pecado, la cual no debemos juzgarnos por ello, pero eso no quiere decir que debemos aceptar el pecado como una realidad en nuestras vidas... 

No es posible convivir con el pecado y a la vez estar con Dios, es necesario darnos cuenta que vivimos en pecado y por lo mismo tiene que haber condenación para que este no siga permaneciendo en nuestras vidas. 

Todo esto lo vi claro cuando tomé conciencia que jamás iba a ser feliz buscando la felicidad en el mundo, porque en el mundo no hay nada que nos pueda dar verdadera felicidad, cualquier cosa a lo que estemos aferrado esto nos alejará de Dios. Bien puede ser que se tenga idolatría sobre el dinero, perversiones sexuales (masturbación, pornografías, adulterio, orgías, etc..), apegos familiares, apego al trabajo, a la fama, a nuestro cuerpo (sexo, homosexualidad, vanidad, etc..) o cualquier otra cosa... Todo es aflicción sobre la tierra y por lo mismo todo es pecado y condenación... 

Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 1:14

Leyendo la biblia me encontré con varios versículos que me ayudaron a entender mejor lo que Dios a puesto a mi corazón...

¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.  1 Corintios 6:9-10

Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:9

¡Oh gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios. Santiago 4:4

Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Efesios 5:3

No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. Efesios 5:11-12

Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. 1 Juan 1:6

Hay múltiples de versículos como estos en la biblia que nos hacen dar cuenta que solo Dios es la verdad y todo lejos de él es la mentira y por lo mismo condenación... Cuando observé esto, cambio la manera en cómo veía a Dios. Pude darme cuenta de la condenación que estaba en mí por aceptar el pecado como algo natural... En Dios el pecado no es posible, y por esto muchas cosas de las cuales nosotros veíamos como normales en realidad no es tan normal, porque no es la realidad de Dios... En Dios no existe la perversidad, la avaricia, la inmundicia... NO EXISTE... Así que es imposible permanecer en ello viviendo en Dios...

Dios nos sanó a través de cristo Jesús. Pidamosle con devoción a Dios que nos muestre esta gran verdad y nos de la convicción del pecado. Solo de esta manera podemos estar en su gloria. No olvides que Dios desea fervientemente que volvamos a él y por lo mismo escucha nuestras peticiones. Dios ama al pecador más no el pecado...

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